Había una vez..., cierto instructor de zen muy famoso y que gozaba de gran prestigio en la ciudad. El instructor queriendo aún mayor fama y prestigio del que ya gozaba, fue a visitar a un viejo maestro al que consideraba ya algo desfasado, pero aún así fue a visitarlo porque esto a los ojos de los demás le daría mayor prestigio, y para usar un termino actual "marketearse", era lo que realmente buscaba este joven al visitar al anciano maestro.
Mientras llegaba a la choza del anciano, el joven y prestigioso instructor pensaba..., "que más podría enseñarme este anciano que yo no sepa..."
Y así llegado el encuentro del anciano con el joven y prestigioso instructor. El anciano lo invitó a tomar el té, frente a lo cual el joven instructor accedió.
El joven se sentó a la mesa pensando en la gran cantidad de títulos y méritos ganados en su vida. El anciano llegó con la tetera de té y empezó a servirle el té al joven instructor ensimismado en sus glorias, cuando el té empezó a rebalsar la taza y el maestro seguí sirviendo, frente a esto el joven pensó que el anciano ya estaba senil y en actitud autosuficiente, orgullosa , arrogante y sarcástica reprendió al maestro por su aparente torpeza: " maestro, que no ve que el té se está rebalsando de la taza?"
El maestro con voz pausada y amable de corazón repuso: "sólo cuando vacíes tu taza podrás recibir mis enseñanzas, mientras tu taza permanezca llena de vanidad, orgullo, autosuficiencia", no será posible..."
Muy bueno hermano, pienso que muchas veces la experiencia no es considerada por muchos, pero realmente es muy valiosa.
ResponderEliminarGracias hermano por tu valioso aporte, pienso lo mismo, creo que en la inmediatéz, la ligereza y rapidéz en la que se vive nos perdemos con frecuencia los años de experiencia y toda la sabiduría que pueden transmitirnos quienes ya peinan canas.
ResponderEliminarGracias Gian Carlo, y bienvenido a este blog que pretende ser un intercambio de ideas, y de tertulia agradable, motivadora, enriquecedora.
Un abrazo.
Que interesante , Guillermo; es bueno estar siempre con la cabeza ligera o libre de tanto pensamiento, que nos impide recibir las cosas y tener provecho de las enseñanzas que puedan transmitir,
ResponderEliminar, es bueno me parece , permitir que nuevas ideas o puntos de vista los tomemos imparcialmente para poder llenar nuestra tasa de te . vacía de prejuicios por cierto.
Buen punto Alvaro, nuevas miradas, nuevos enfoques nos permiten ver las cosas de una manera diferente. Muchas veces pasa esto cuando nos vemos en alguna dificultad hasta que descubrimos una nueva forma de enfocar el problema y nuevos recursos para encarlos con éxito.
ResponderEliminarUn abrazo.